La luz desde su naturaleza

Si nos remontamos a muchos años en la antigüedad, estas pequeñas luces son las que iluminaron por años las noches en esta humanidad #Hyggelight. Encender velas ha sido considerado de tiempos muy antiguos como una prueba exterior de alegría y también, por medio de ellas se manifestaba el respeto hacia ciertas personas distinguidas.

Cálidas, bellas, inspiración, son parte de las palabras que se me vienen a la cabeza cuando pienso en ellas. Protagonistas en muchos eventos y hogares, mi casa es uno de ellos. Esta llena de VELAS, en todos sus tamaños.

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Las velas evocan la calma, la relajación y el romanticismo. Estos tres elementos esenciales conforman el estilo de vida hygge. Una vela tiene un brillo amable y suave que es único. Por lo tanto, las velas deberían utilizarse en cualquier lugar de la casa.

No solo las velas, sino también lámparas de pie colocadas estratégicamente en algún lugar, como al lado de tu sillón de lectura, o veladores para encender por la noche cuando te sientas en el sofá a ver una película.

Al tener más de 60 días de noche, la decoración nórdica busca la luz constantemente. Grandes ventanales recorren los muros y el color blanco potencia los rayos. Son muy pocas las ventanas que efectivamente tienen cortinas porque no se quiere que nada obstruya la luz que ingresa como energía y felicidad. Los espejos son un objeto muy usado porque reflejan y multiplican la iluminación.

El punto de partida es pensar cuál sería un buen equilibrio para ti. Analiza cuántos elementos de hogar son funcionales, cuántos son meramente decorativos y cuántos tienen un valor emocional. Intenta que en tu hogar convivan, sin excesos, velas y luces naturales con las artificiales, que tengan un valor emocional y te representen.

Bye! ___ Ana.-